domingo, 5 de febrero de 2023

La homosexualidad en la edad media

 

El camino hacia una sociedad igualitaria, inclusiva y solidaria es una construcción constante, que demanda de la participación de todos los actores sociales que la conforman. La inclusión es una materia pendiente para muchos países de la cultura occidental. Si bien se nota una preocupación y una evolución, respecto al tema, falta todavía mucho por hacer. 

Hablar de inclusión implica un compromiso que atañe a los gobernantes y a las familias. Los gobernantes tienen la responsabilidad de crear y ejecutar un cuerpo de leyes que pongan fin a la exclusión de los sectores marginados. Por su parte, la familia, siendo la primera institución formadora, deberá educar a sus hijos con sólidos valores, que los forme como actores sociales defensores de la inclusión.

En el presente trabajo abordaremos un tema que fue tabú durante siglos: la homosexualidad en la Edad Media. Es importante al analizar un tema tan significativo, que problematicemos la manera en que se fue construyendo la diversidad sexual en el mundo occidental y en esa problematización hacer un análisis exhaustivo de los modelos hegemónicos que buscaron naturalizar y normalizar la cuestión sexual a partir de un modelo heterosexual, mangánico y reproductor.

Sólo basta mirar para atrás y observar que los homosexuales fueron víctimas de la cultura dominante, que los transformaron en el chivo expiatorio, fácil de culpar de los males de la sociedad, tampoco debemos olvidar el discurso homofóbico que condenaba a la homosexualidad como una enfermedad.

El historiador John Boswell realizó importantes aportes al tema de la homosexualidad a través de la historia, poniendo al descubierto realidades ocultas.

Antes de iniciar el recorrido sobre la homosexualidad durante la Edad Media, nos vemos en la obligación de explicar que el término:” homosexual aplicado al momento histórico que analizaremos es ahistórico. La palabra homosexual aparece a mediados de 1869 y el término; gay un siglo después.

En la Edad Media el término utilizado para hacer referencia a la homosexualidad es sodomía. Es una palabra de origen bíblico, que narra las características de vida de los moradores de Sodoma y Gomorra y la posterior destrucción de las mismas por parte de Dios, como castigo por los pecados cometidos por sus habitantes.

El análisis que realizaremos se centra en La Alta Edad Media e inicio de la Baja Edad Media, momentos en que el poder de la Iglesia Católica era indiscutido. El siglo XII es el punto de partida de la persecución y represión de todas las personas que se identificaba con la sodomía. El ideal cristiano estaba intencionalmente ligado con el pecado. Sólo se debía mantener relaciones sexuales si estabas casado, la única excusa para tener relaciones sexuales era la procreación. Buscar placer sexual era condenado, todo tipo de coito que no fuera vaginal era pecaminoso. El homosexualismo no fue contemplado ni tolerado por la iglesia católica.     

El análisis de fuentes judiciales y eclesiásticas del siglo XII en adelante permiten observar como el poder político y religioso convirtieron a la sodomía en un delito grave que se penaba con multas, juicios y castigos. En diferentes reinos europeos se crearon tribunales mixtos, conformados por laicos y eclesiásticos con el sólo fin de reprimir la homosexualidad. SI nos detuviéramos en España, observaríamos como la Inquisición española realizó una percusión terrorífica de los sodomitas, muchos de los cuales terminaron en la hoguera. Fue en ese reino, donde los sectores de poder a los sodomitas los acusaban de traición con el objetivo de eliminarlos. Hubo un caso emblemático en tierras españolas en donde dos personajes importantes fueron procesados por sodomitas se trataba de Antonio Pérez y un noble valenciano quienes tenían sexo con los aristócratas a cambio de dinero. Lograron zafar de morir en la hoguera porque uno aceptó un retiro espiritual y entregar todas sus riquezas a la corona y el otro huyo a Inglaterra. Similar situación se vivía en Italia, Los estatutos de Bolonia establecían la persecución de herejes sodomitas. En Inglaterra se dictó la ley de Fleta en el año 1290, durante el reinado de Eduardo I, que condenaba a los sodomitas a morir en la hoguera.

¿Por qué tanta intolerancia hacia los homosexuales?

El discurso religioso fue determinante para perseguir y condenar a los amores desviados de sus funciones reproductivas. Pedro Damiano fue uno de los primeros intelectuales de la iglesia medieval italiana que atacó ferozmente a la sexualidad llamada contranatura. Consideraba al sexo entre hombres como el acto más pecaminoso. Este importante teólogo presionó al Papa León IX y a los obispos para que sean intolerantes a las prácticas sexuales entre hombres. Su pensamiento fue tomado por teólogos medievales que condenaban las prácticas sexuales que no tenían fines reproductivos y en especial el sexo entre hombres.

En función de la interpretación bíblica se suponía que la sodomía traería el enojo divino y en consecuencia el mundo sería víctima de plagas y desastre naturales. En definitiva, la iglesia obligaba a la población católica a cumplir el mandato divino, porque de lo contrario en el juicio final serían condenado al fuego del infierno

La Iglesia católica y el papado dominaban la mentalidad de la época, por ese motivo un número significativo de obras literarias atacaban el sexo entre hombres.

Los manuales de confesores y las homilías de los predicadores son importantes fuentes históricas para observar el ataqué de la iglesia hacia la sodomía. No sólo se advertía a los creyentes sino a miembros de la iglesia de no practicar el sexo entre hombres. El amor entre hombres existía de manera clandestina. Incluso en el seno de la iglesia.

Gregorio IV aplicó las recomendaciones del Concilio de Letrán de 1179, en donde se hacía explicito no tolerar fuera y ni dentro de las abadías las relaciones sexuales entre hombres. Todos los monjes sodomitas eran expulsados y excomulgados. Por su parte el Tribunal de la Santa Inquisición hacía el trabajo final, condenar a la hoguera a los sodomitas. Este tribunal consideraba las relaciones sexuales entre hombres, prácticas satánicas.

Nada detenía el accionar del Tribunal de la Santa Inquisición, hasta los templarios fueron víctimas del ataque despiadado del famoso Tribunal. En el año 1307, doscientos templarios fueron acusados de prácticas sacrilégicas y de rituales homosexuales. Cincuenta y cuatro templarios murieron en la hoguera.

La homosexualidad era una violación a la fe. La iglesia católica se transformó en rectora de la vida sexual. El sexo conyugal sólo debía apuntar a la procreación y se regía respetando el calendario litúrgico y el ciclo menstrual de la mujer.

John Boswell afirma que existía un rito de matrimonio homosexual, rito de hermanamiento. Esta afirmación la realizó luego de recorrer y recoger información de las bibliotecas más importantes, incluyendo la biblioteca del Vaticano. Los contrayentes se encomendaban a San Baco y a San Sergio (Santos del siglo IV), el ritual reafirmaba un compromiso de amistad. Este ritual se denominaba adelfopoiesis (Adolfo: hermano y poiesis: acto). Era unión reconocida y practicada por diversas Iglesias cristianas en que se unía a dos personas del mismo sexo. Por lo general se trataba de dos hombres, aunque también existen casos de mujeres que se unieron bajo este ritual.

La unión establecía a ambas partes a cuidar el uno al otro, compartir bienes, trabajos y tareas e incluso familia. Al igual que en una boda convencional, se prometía fidelidad y una unión eterna hasta la muerte. La adelfopoiesis permitía compartir bienes, vivir juntos, vincular familias, heredar bienes e incluso la posibilidad de ser enterrados juntos.

El propósito original de la adelfopoiesis no era la legalizar una unión de tipo romántico, sino que pretendía hacer referencia más bien a una especie de adopción o hermanamiento legal (de hecho, es conocida en latín como fraternitas iurata o ordo ad fratres faciendum). Es el caso amistades muy profundas, algunas relaciones de maestro y aprendiz o compañeros de armas (un amor más bien amical y no romántico). Asimismo, no se contemplaba la existencia de consumación carnal, algo que sí validaba los matrimonios de la época.

Pero no hay duda de que lo cierto es que en la práctica consiguió que parejas de personas del mismo sexo que se amaran de forma romántica y erótica pudieran tener una unión de tipo legal.

Esta práctica tuvo lugar entre la Alta Edad hasta principios de la modernidad. El ritual de unión tenía una serie de pautas que se cumplían de manera estricta: el mayor de la pareja se ubicaba a la derecha del atril y el menor a la izquierda. Se recitaban oraciones, en las cuales se pedía que sean unidos por el amor, recurrían a ejemplos de amistades bíblicas. Atados como símbolo de unión juraban sobre el evangelio.

Se leía el padre nuestro, versos de San Pablo sobre el amor y de Jesús sobre la unidad. Luego bebían vino de una copa y finalizaba con un canto sobre la amistad.

La primera unión realizada entre personas del mismo sexo en Europa medieval, se realizó en Galicia. Los contrayentes fueron Pedro Díaz y Nuño Vanailaz , un sacerdote de la iglesia de Santa María de Ordes legalizó la unión en abril del año 1061 . El documento histórico que da fe de lo expresado se encuentra en el Archivo Histórico de Madrid.

Podemos afirmar que el poder religioso y político medieval fue intolerable con los sodomitas; el ataque irracional hacia estas personas se fundamentaba en principios religiosos, que devenían de interpretaciones bíblicas.

Bibliografía:

-Boswell, J.(1992)Cristianismo y Tolerancia social y homosexual. Los gay en Europa Occidental desde el comienzo de la Edad Cristiana hasta el siglo XIV, Muchnik, Barcelona.

Carrasco, R. (2022) Contra la estirpe de Sodoma, Valencia.

-de la Flor Gutierrez,J.(2021), Sodoma en la Edad Media. El discurso de represión de la homosexualidad entre los siglos V y XV, Toledo; Universidad de Castilla.

- Guash, O.(2000)La crisis de la Heterosexualidad, Leartes, Barcelona.

-Ortega Baun, A.(202)” Conociéndose carnalmente; Sexo y sexualidad en la Castilla Medieval; Valladolid, Ediciones de Valladolid.