miércoles, 24 de abril de 2013

LA VIDA DEL PROLETARIO INGLÉS HACIA FINES DEL SIGLO XVIII

Con el proceso de industrialización en marcha, las ciudades inglesas cambiaron radicalmente su fachada edilicia; dando origen a las ciudades fábricas. Londres, Manchester, Liverpool entre otras vieron nacer innumerable cantidad de construcciones destinadas a la producción industrial. Muy pronto las ciudades se vieron envueltas en un denso humo negro, redujeron los espacios verdes, sus calles y veredas inundadas de gente y mugre .El espacio urbano fue ocupado por construcciones precarias sin sistema cloacal, ni agua. Levantadas para ser utilizadas como vivienda para los obreros; las que no servían para protegerlos del crudo invierno inglés. Fue tal la demanda y ocupación del espacio, que ni iglesias se construyeron. Los burgueses capitalistas ante la metamorfosis que sufrieron las ciudades decidieron abandonarlas para ubicarse en lujosas residencias alejadas del centro. Erci Hobsbawm afirma que invertir en la construcción de una fábrica no demandaba desembolsar gran capital, generalmente eran grandes galpones con poca ventilación ocupados por enorme máquinas. Al poco tiempo de entrar en funcionamiento las fábricas se transformaban en una tétrica pintura caracterizada por la oscuridad, la humedad, la suciedad y el ruido No sólo hubo una modificación de la estructura edilicia sino además de la estructura demográfica. Las ciudades aumentaron en algunos casos en un 300 o 400 % la población debido al gran movimiento migratorio (Londres en 100 años aumentó en un 300%). ¿Quiénes vinieron a estos nuevos espacios? Aquellos campesinos arruinados que habían perdido sus tierras por la ley de cercamiento, los peones rurales desplazados por las máquinas agrarias, los artesanos domésticos o propietarios de talleres artesanales que no podían competir con las máquinas (el telar mecánico, “spinning Jenny”).Pero es elemental mencionar a los inmigrantes irlandeses, quienes castigados por el hambre y la miseria huyeron de su país en busca de una mejor calidad de vida. ¿Mejor calidad de vida?.. Un sueño o una esperanza que para estos nuevos actores se derrumbaría rápidamente. La clase obrera o proletaria como fue llamada fue la cara trágica de la revolución industrial. La masa trabajadora cuya aparición se enmarca alrededor de 1870 vivía en condiciones laborales paupérrimas: largas jornadas de trabajo( 16 horas), sin descanso semanal, castigos físicos llevado a cabo por los capataces( especie de policía) ,salarios indignos y prácticas laborales esclavistas( atar a las máquinas a los niños y mujeres). En las fábricas se priorizaba la mano de obra de niños y mujeres; dos razones alimentaban esta elección: les pagaban menos, pero además eran más aptos para aprender nuevas prácticas laborables. Debido a esta situación el número de desocupados fue alarmante, teniendo consecuencias lamentable: aumento del alcoholismo, la delincuencia, la prostitución, el hambre y la miseria. Hobsbawm describe la realidad en la que vivía el proletario inglés con tanta claridad y precisión que basta cerrar los ojos para vivir ese momento histórico; el historiador explica que el hambre, la promiscuidad, la mugre y la delincuencia eran cosas de todos los días. A nadie asombraba ver fetos tirados o personas muertas en las calles. El abandono de niños formaba parte del paisaje cotidiano, acción que quedó perpetuada en obras literarias. Son varias las obras que relatan el abandono de niños en orfelinatos y su posterior venta a diferentes fábricas. Para el proletario su única riqueza la constituía su prole (hijos), de allí deriva el término. La carencia de propiedad, rentas o algún medio de subsistencia lo obligaba a aceptar condiciones indignas de trabajo. Se estima que esas condiciones de trabajo determinaron un promedio de vida de unos 40 años (aproximadamente).Es difícil comprender las razones que llevaron al proletario inglés a soportar tanta explotación y humillación, sólo es comprensible si uno analiza la mentalidad de los actores involucrados. Un análisis minucioso nos permitirá observar que la mayoría de los obreros provenían de áreas rurales y que poseían una mentalidad de sometimiento de origen feudal, que databa de siglos (obediencia a la iglesia y al señor). Por lo tanto se necesitaba de un tiempo considerable para erradicar viejas estructuras mentales y reemplazarlas por otras nuevas. Las primeras organizaciones opositoras a la explotación obrera nacieron a principios de siglo XIX. El movimiento fue llamado luddismo, conformaban pequeños grupos violentos que atacaban las fábricas destruyendo las máquinas. Las destrucciones se realizaban por las noches, los activistas se cubrían la cara con una máscara. La destrucción de las máquinas se daba pues esta gente las consideraba culpables de la trágica situación que padecían los trabajadores urbanos; lo interesante fue que jamás ejercieron violencia en contra de personas alguna, contaban además con el apoyo de los trabajadores. .El nombre de la organización deriva de su fundador Ned Ludd, los ataques a las máquinas se iniciaron entre los años 1811 y 1812 en Nottingharn y luego se extendieron por Lancashire, Yorkhire y desde allí a otras ciudades inglesas. El movimiento fue combatido de manera violenta por los dueños de las fábricas que contrataron el servicio de personas armadas para repeler los ataques. La revolución industrial dio origen a este nuevo grupo social, llamado proletario; dejando como consecuencia una terrible desigualdad social. Si bien existía una igualdad legal en el plano teórico, en la realidad se observaba una explotación denigrantes de los sectores de poder sobre los desposeídos. BIBLIOGRAFÍA: Aróstegui, J. y otros, “El Mundo Contemporáneo: Historia y problemas”, Madrid, Crítica, 2001 Ashton, T. S, “La Revolución Industrial (1760-1830)”, Santiago de Chile, F. de .C .E, 1990. Hobsbawm, E., “La Era de la Revoluciones (1789-1848)”, Madrid, Crítica, 2001. Hobsbawm, E., “En torno a los orígenes de la Revolución Industrial”, Madrid, S.XIX, 2001. Weightman, g., “Las revoluciones industriales”, Madrid, Ariel, 2008.